La idea de que la arquitectura domine el paisaje o sea dominada va directamente relacionada con la forma, así como con los pilares mencionados por Vitruvio; Firmitas, Utilitas y Venetustas (firmeza, utilidad y forma).
La relación de un edificio con su medio puede ser de camuflaje, si el grado de interacción es elevado, es decir, existe una mímesis, si se trata de una relación de organicismo, hablamos de una integración basada en la reinterpretación, y si hablamos de contextualismo tratamos una arquitectura que necesita justificarse para realizarse en el entorno urbano. Un ejemplo de esto último sería el ‘bosque’ urbano realizado en Japón.
Joaquím Español define el orden como cierta disposición y proporción de los cuerpos/espacios que componen un edificio.
‘El interior es la consecuencia del espacio’
‘El espacio no puede ser representado completamente, ni aprendido ni vivido, sino por experiencia directa’ – Bruno Zevi
Para Kahn, por ejemplo, todo es consecuencia del concepto de espacio.
El espacio clásico, con el fin de ejemplificar, se considero cerrado, compacto y de tipo murario, con ejes de simetría ya bien marcados o en tensión.
El espacio fluido, ‘bautizado’ por Wright, conecta el interior con el exterior, estando fuertemente relacionado con la arquitectura japonesa, la imagen del tatami.
Por último, el espacio contemporáneo confunde el espacio público con el del mismo edificio, naciendo así la sección libre.
Otro pilar relevante de Vitruvio era Utilitas. Se trata de la correcta distribución de los mismos elementos de un edificio.
Por eso es fundamental enfocar las necesidades de cada habitación en un diagrama de espacio, y cuestionarse que hay que construir para satisfacer la función.
De este modo, surgen distintas perspectivas del funcionamiento de las cosas.
Van der Rohe menciona que no conocemos problemas formales, solo constructivos. La forma es consecuente, pero la forma por forma es formalismo.
Es entonces donde se considera la locomotora como la perfección del funcionalismo mecánico.
El formalismo orgánico presenta un sentido biológico, donde la forma es consecuencia del medio social.
Vemos relacionada directamente la tecnología constructiva con los materiales y la forma. Dicen ciertos arquitectos que los materiales evolucionan, las formas permanecen.
Alberobello es un ejemplo de poblado en Bari donde el material (piedra sin transformar), determina la forma de las viviendas de este.
Cada material entonces plantea la manifestación de nuevos lenguajes.
Un ejemplo de esto es el dado en la Edad Media. Los arquitectos del medievo no contaban con el capital humano de los romanos, por tanto, debieron aligerar las estructuras y así mejorar técnicas y materiales. Emergen así los arcos torales y los formeros.